Recientemente se llevó a cabo en Tegucigalpa una manifestación organizada por la Confraternidad Evangélica y Ministerial de Honduras (RAMIH) y asociaciones de pastores, donde feligreses de distintas congregaciones oraron por la paz y la unidad de Honduras, un país que atraviesa tiempos difíciles marcados por la violencia, la pobreza y la desunión.
La marcha inició en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y llegó hasta la Casa Presidencial, donde los participantes elevaron oraciones a Dios, por el bienestar y la estabilidad del país.
Se trató de una marcha pacífica y en orden, reflejando el carácter espiritual del evento. Asimismo el fervor de los manifestantes que expresaban: “El Pueblo de Dios debe estar unido. El Pueblo de Dios tiene que manifestarse directamente porque ya no aguantamos tanta violencia. Necesitamos de todo corazón que todas las iglesias nos unamos, porque necesitamos esa paz en Honduras”.

Los manifestantes marcharon cantando, orando y compartiendo mensajes de esperanza a diferencia de las habituales marchas sociales, marcadas por denuncias de corrupción y diversas demandas ciudadanas. El contraste fue mencionado por los medios informativos de la siguiente manera: “este grupo de personas decide poner todo en las manos de Dios, confiando en que la situación podrá mejorar a través de la fe y la unidad del pueblo hondureño”.
En ese sentido, el canal de televisión HCHTV afirmó que “durante la marcha, la cual se realizó en completo orden y con mucho fervor, las personas declararon la necesidad de que se detenga la ola de violencia en Honduras, clamando por la unidad y la paz sin importar la religión que cada persona pregone, destacando siempre el amor de Dios”.

REDACCIÓN REVISTA EL ORADOR