El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha manifestado en repetidas ocasiones su fe firme en Dios, una convicción que no esconde ni como mandatario ni como ciudadano. En sus discursos y publicaciones, Bukele recuerda constantemente la importancia de mantener una relación auténtica con el Señor, libre de rituales o tradiciones que distorsionen ese vínculo espiritual.
En un video difundido en redes sociales, Bukele expresó con claridad: “He aceptado a Cristo en mi corazón. Creo que la relación de una persona con Dios debe ser una relación personal”. También añadió una frase que ha generado reflexión en muchos creyentes: “La religión nos aleja de Dios”.
El presidente explicó que la Biblia enseña sobre la relación directa entre Dios y el ser humano, citando el encuentro de Moisés con el Señor en la zarza ardiente como ejemplo de comunión sin intermediarios.
Aclaró que respeta las diferentes creencias y el derecho de las personas a tener fe, pero enfatizó que la verdadera conexión con Dios no necesita ceremonias ni preludios: “La mejor forma de acercarse a Dios es tener una relación personal con Él”.
Bukele también reconoció que, aunque ejerce poder político, todo control y autoridad pertenecen a Dios. “El papel de la creación es cumplir la voluntad del Señor, bajo obediencia y amor al Creador, porque esa es la razón de ser de la humanidad”, expresó.
En distintas oportunidades, Bukele ha defendido la presencia de la Biblia en la educación y en los ámbitos sociales de El Salvador. “La Biblia es el único libro que tiene la solución para todo y es el libro más poderoso”, declaró en un acto público.
Añadió que “la Palabra de Dios puede transformar vidas”, insistiendo en que la oración y la fe son herramientas esenciales para guiar a la nación.
Para Bukele, colocar a Dios en el centro de las decisiones políticas es una necesidad moral y espiritual. Concluyó afirmando: “Si los mandatarios del mundo pusieran a Dios primero en sus cargos, el mundo y los corazones serían transformados”.
REDACCIÓN REVISTA EL ORADOR
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