“Por lo tanto, permitir que la naturaleza pecaminosa les controle la mente lleva a la muerte. Pero permitir que el Espíritu les controle la mente lleva a la vida y a la paz” Romanos 8:6
Hay personas que dicen que todo lo que importa es cómo me siento y basan su vida en las emociones. Por el otro lado hay persona que dicen que los sentimientos no son importantes en absoluto. Lo único que importa es el intelecto y la acción.
Algunos cristianos cuando adoran en la iglesia quieren un tsunami de emoción de lo contrario dicen que no pasó nada. Otros sin embargo si no escuchan un sermón teológicamente profundo dicen que solo fue un culto emocional. He aquí cuatro razones importantes por las que necesito manejar mis sentimientos y emociones.
Mis emociones pueden manipularme: Si tus emociones no están bajo control, ellas te controlarán a ti y serás manipulado por tu estado de ánimo. Solo estarás guiándote por lo que te nace. En Proverbios 25:28 dice “Como ciudad derribada y sin muro es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda”. La herramienta favorita de Satanás son las emociones volátiles. Utilizará el miedo, resentimiento, los celos y la envidia para manipularte.
Mis emociones pueden ser traicioneras: Mis sentimientos no siempre son confiables. Pueden llevarme en la dirección equivocada. En Proverbios 14:12 dice “Hay camino que al hombre le parece derecho pero su fin es camino de muerte”. Tu instinto a veces está mal o tu intuición a veces es defectuosa. No puedes depender de todo lo que sientes.
Ignorar mis emociones no agrada a Dios: Matrimonios acabados, relaciones destruidas, todo porque algunas personas no respetan las emociones, siendo frio como el hielo. En Filipenses 2:4 dice “No se ocupen solo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás”. Esto significa que necesito ejercitar la empatía y el amor.
Manejar mis emociones traen éxito a mi vida: Estudios han demostrado que tu coeficiente emocional es más importante que tu coeficiente intelectual. En Proverbios 5:22-23 dice “Un hombre malvado queda preso por sus propios pecados…morirá por falta de control propio”. Para tener éxito, tu manera de manejar las emociones y sentimientos a veces son más importantes que tu maestría o doctorado.
No representa solamente un capital, sino una tranquilidad y un impulso para seguir enfrentando el futuro con emoción.