Tras 40 años de carrera en la música cristiana, el cantante Carman Dominic Licciardello, falleció en un hospital de Las Vegas, Nevada, luego de luchar contra una serie de complicaciones derivadas de una cirugía para reparar una hernia hiatal.
Era una celebridad con un solo nombre, y para los que le conocían, el cantante y showman cristiano se situaba en las más altas esferas del estrellato estadounidense.
A Carman le habían diagnosticado un cáncer de mieloma múltiple incurable en 2013. Experimentó varios años de recuperación. Luego informó el año pasado de que el cáncer había vuelto, pero que no dejaría de luchar y que planeaba seguir de gira.
En canciones como «Mision 3:16», «El Campeón» y «Satanás, Muerde el Polvo», Carman presenta una visión del reino espiritual como una película de acción de los años 90, a menudo acompañada de vídeos musicales igualmente grandiosos. «Satan, Bite the Dust» se rodó al estilo de las antiguas películas del oeste, con un Carman que giraba con su pistola como vaquero que se deshacía de forajidos demoníacos. «Great God» mostraba a caballeros medievales piadosos alzándose contra siniestros inquisidores. «The Champion» era un combate de boxeo divino, en el que Dios y Satanás se enfrentaban entre las estrellas. En el mundo de Carman, el cristianismo era una guerra santa y todos los santos estaban llamados a compartir la Buenas Nuevas.
A lo largo de los años, Carman había conseguido dejar su huella en la gente. La noticia de su muerte fue un impacto para muchos. La gente se apresuró a inundar Twitter con homenajes para el fallecido cantante.
Carman se aventuró en la industria musical en 1982. Tras alcanzar el éxito en la industria, creó dos organizaciones: Carman Ministerios y Carman Alcance Mundial. También apareció en películas y escribió guiones para la televisión.