Cuando Dios nos habla y toca nuestra vida —a través de un estudio bíblico, una predicación o directamente desde Su palabra— atesoramos esa enseñanza en nuestro corazón y muchas veces ese encuentro con Él nos lleva a tomar decisiones; a ponerle acción a eso que hemos sentido.
Pero pasa el tiempo. Caemos en rutina. Nos olvidamos de nuestra promesa, y sin darnos cuenta abandonamos la decisión que tomamos en obediencia a Dios.
¿Cómo mantenernos firmes sobre lo que decidimos? ¿Cómo continuar poniendo en práctica lo que Dios nos habló?
Aquí te comparto algunos principios que nos pueden ayudar, tomando la Palabra de Dios como guía:
Nº1 – No olvidar lo que aprendimos.
2 Tesalonicenses 2:15
Con todo esto en mente, amados hermanos, permanezcan firmes y sigan bien aferrados a las enseñanzas que les transmitimos tanto en persona como por carta.
2 Pedro 1:12
Por lo tanto, siempre les recordaré todas estas cosas, aun cuando ya las saben y están firmes en la verdad que se les enseñó.
Nº2 – Vivir en obediencia.
Filipenses 2:12
Queridos amigos, siempre siguieron mis instrucciones cuando estaba con ustedes; y ahora que estoy lejos, es aún más importante que lo hagan. Esfuércense por demostrar los resultados de su salvación obedeciendo a Dios con profunda reverencia y temor.
Nº3- Pedirle dirección a Dios.
Salmo 143:10
Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Que tu buen Espíritu me lleve hacia delante con pasos firmes.
Nº4 – Confiar en Dios y en sus promesas.
Hebreos 10:23
Mantengámonos firmes sin titubear en la esperanza que afirmamos, porque se puede confiar en que Dios cumplirá su promesa.
Nº5 – Continuar desarrollando la actitud de generosidad.
Isaías 32:8
Pero los generosos proponen hacer lo que es generoso y se mantienen firmes en su generosidad.
Nº6 – Mantenernos firmes y alertas contra los engaños del diablo a través de la armadura de Dios y de la oración.
Efesios 6:10 al 18
Y ahora, hermanos, busquen su fuerza en el Señor, en su poder irresistible. Protéjanse con toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan estar firmes contra los engaños del diablo. Porque no estamos luchando contra poderes humanos, sino contra malignas fuerzas espirituales del cielo, las cuales tienen mando, autoridad y dominio sobre el mundo de tinieblas que nos rodea. Por eso, tomen toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan resistir en el día malo y, después de haberse preparado bien, mantenerse firmes.
Así que manténganse firmes, revestidos de la verdad y protegidos por la rectitud. Estén siempre listos para salir a anunciar el mensaje de la paz. Sobre todo, que su fe sea el escudo que los libre de las flechas encendidas del maligno. Que la salvación sea el casco que proteja su cabeza, y que la palabra de Dios sea la espada que les da el Espíritu Santo. No dejen ustedes de orar: rueguen y pidan a Dios siempre, guiados por el Espíritu.
Manténganse alerta, sin desanimarse, y oren por todo el pueblo santo.
1 Corintios 16:13
Estén alerta. Permanezcan firmes en la fe. Sean valientes. Sean fuertes.
La vida está llena de desafíos diarios. De distracciones. De altas y bajas. Nuestro norte debe estar enfocado a cumplir los propósitos de Dios, y a vivir cada día buscando Su presencia y obedeciendo sus instrucciones. ¡Sigamos moldeando nuestro corazón conforme a las Escrituras, y mantengamos nuestro compromiso con Dios!