Sabrina Steffens, estudiante de último año en Grand Island Senior High School, presentó acciones legales contra los administradores después de que rechazaron dos de sus diseños para su estacionamiento personal. Los directivos argumentaron que aprobar imágenes cristianas obligaría también a permitir símbolos satánicos en espacios de otros estudiantes.
Los abogados de Steffens enviaron una carta de demanda al distrito escolar, apoyándose en la Primera Enmienda y exigiendo revertir la decisión. El superintendente Brian Graham confirmó que la administración revisa la carta y pausó la fecha límite para entregar diseños. Mientras tanto, los estudiantes pagan una tarifa de $50 y deben aportar sus propios materiales, siempre sujetos a aprobación del personal escolar.
De los tres diseños que Steffens propuso, rechazaron dos por incluir citas bíblicas explícitas y símbolos cristianos. El primero mostraba una cruz, un corazón, mensajes de fe y Juan 14:6, donde Jesús afirma ser el camino, la verdad y la vida.
La carta de demanda relata una reunión entre Steffens y las directoras Hillary Kretz-Harvey y Jaime Peld, donde le dijeron que aceptar una cruz obligaría a aceptar un símbolo satánico. Incluso le sugirieron disimular la cruz en forma de letra T dentro del diseño.
Su segundo diseño incorporaba Mateo 5:16 —“Deja que tu luz brille”— y Jeremías 29:11 sobre la esperanza, usando la cruz como la T en la palabra «luz». También fue rechazado. Finalmente, el tercer diseño con la frase “Él es el Rey” y sin versículos explícitos recibió aprobación, tras la consulta del equipo legal del distrito.
Cuando Steffens cuestionó por qué antes permitían referencias bíblicas en carteles del Club Bíblico, la subdirectora respondió: “Simplemente dejé pasar eso”. Esta inconsistencia alimenta el reclamo de discriminación de punto de vista.
Por Jon Brown, Christian Post Reporter / Cortesía para Revista El Orador
Los abogados de Steffens sostienen que la escuela violó la Primera Enmienda y discriminó ilegalmente el discurso religioso. Citaron el caso Tinker v. Des Moines (1969), donde la Corte Suprema confirmó que los estudiantes no pierden sus derechos al entrar en la escuela.
También señalaron que excluir expresiones religiosas mientras se permite lo secular resulta inconstitucional. Consideran que los espacios de estacionamiento funcionan como un foro público limitado, donde los estudiantes pueden expresarse libremente. Por eso, exigieron rescindir la prohibición y permitir que Steffens participe plenamente.
Advirtieron que, si el distrito escolar mantiene la censura, acudirán a tribunales para reclamar recursos legales, honorarios de abogados y responsabilidad personal de los funcionarios involucrados. El superintendente Graham declaró que revisan la carta de 11 páginas y ofrecerán actualizaciones una vez que terminen el proceso de análisis.
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