Aunque suene extraño, no sé qué hacer con mi hija por su obsesión con los logros académicos. A veces pasa toda
la noche haciendo y rehaciendo la tarea para la escuela, hasta que quede perfecta, pero lo peor es que regresa a casa devastada si no obtiene la mejor nota. ¿Cómo debo lidiar con esta situación?
Es bueno que tu hija quiera hacer las cosas bien y que las quiera hacer al punto de la perfección, pero todos sabemos que eso es muy peligroso, especialmente en la vida de un adolescente.
El que tu hija quiera rehacer su tarea para que le salga perfecta, puede tener que ver con que nosotros como padres hemos hecho la obsesión obvia en la vida de nuestros hijos. Puede ser que ellos hayan notado nuestra obsesión por
el trabajo o en otros aspectos de nuestra vida.
Por tanto, asegurémonos de que no les estamos comunicando obsesión por el trabajo y que ellos nos estén imitando sin darse cuenta. Por el otro lado, también tenemos que asegurarnos de reafirmar en sus vidas, más que el éxito que alcancen en lo que hacen, el esfuerzo que realizan; sin embargo, tampoco queremos reafirmar el esfuerzo y el éxito tanto como la importancia de lo que son como personas. Asegurémonos por tanto de demostrarles que los amamos
incondicionalmente, no por lo que hagan ni por lo que alcancen, sino por lo que son como personas y lo que significan para nosotros.
MI HIJO DEJA TODO PARA ULTIMA HORA
Mi hijo acaba de salir de la secundaria y estoy preocupada por la forma en que siempre se condujo en la escuela. Era de los que entregaba los trabajos y asignaciones a última hora, estudiaba para los exámenes la noche anterior y si dejaba de hacer una tarea siempre encontraba quien le ayudara en el último minuto. Así como por «suerte» y gracias a su popularidad, se graduó. Tengo que reconocer que hasta yo le ayudé más de una vez para que pudiera entregar la tarea a tiempo. Pero sabemos que al entrar a la universidad estas cosas van a cambiar. No sé qué hacer, no quiero que fracase en sus primeros años de universidad.
Tu hijo está convirtiéndose en un adulto.
Él puede elegir el camino correcto o el incorrecto en cualquier situación. Tu trabajo consiste en ayudarlo a aprender la lección correcta al final de cada camino. «Todo lo que hacemos en la vida, tiene sus consecuencias», escribe el psiquiatra de niños Dale M. Jacobs, en Cierra tu boca (Elemento).
«Si no pagamos la cuenta de luz, nuestras luces se apagarán. Si hacemos mal un trabajo, o no nos presentamos, quizás nos despidan». Los padres necesitan permitirles a sus hijos que experimenten las consecuencias de sus elecciones con el fin de que aprendan a ser responsables. En la primera ocasión que sea irresponsable en esta nueva etapa académica, se dará cuenta de que las consecuencias son diferentes ahora y aprenderá a ser más diligente. No debes seguir contribuyendo a su inmadurez ni debes quitarle la oportunidad de enfrentar los resultados de sus acciones buenas o irresponsables. No debes seguir cubriendo sus deficiencias.