Ahora que el ministerio satelital ha pasado a ser uno de los pocos medios para alcanzar a los creyentes locales bajo el régimen talibán, el pastor afgano de SAT-7 reflexiona sobre el impacto que la retirada militar de los Estados Unidos tendrá en el evangelio (Shoaib Ebadi).
Tanto Afganistán como su vecino Irán comparten la lengua persa. Ahora que los talibanes volverán a gobernar desde Kabul, ¿será posible que estos países comiencen a compartir también una trayectoria espiritual?
En 1979, el sah de Irán fue derrocado por la revolución islámica. Las duras medidas que se tomaron entonces terminaron con la presencia de cristianos occidentales en la nación. No obstante, hoy la iglesia iraní es una de las que están creciendo más rápido en el mundo, porque la crueldad de los mulás hizo que muchos se indignaran con el islam y
encontraran una nueva fe en Jesús.
El ministerio de la televisión vía satélite ha tenido un papel fundamental en la expansión del evangelio en Irán, y hoy continúa al otro lado de la frontera en Afganistán. El ministerio cristiano SAT- 7 comenzó a emitir en 2002 en farsi, el dialecto persa hablado en Irán, y en 2010 Shoaib Ebadi comenzó las primeras retransmisiones grabadas en darí, el dialecto persa hablado en Afganistán. Su programa “Secretos de la vida” empezó a emitirse en directo en 2014, y aún hoy es accesible a toda la nación.
Ebadi, de 55 años, nació en Afganistán, pero se convirtió al cristianismo en 1999 cuando vivía como refugiado en Pakistán. Al año siguiente emigró a Canadá y hoy dirige Square One World Media, un medio de comunicación cristiano que produce contenidos en varias lenguas de todo el mundo.
Él conversó con CT acerca de la historia de la iglesia afgana, el impacto del ejército estadounidense sobre ella, y su esperanza en que ahora la gente pueda llegar a escuchar un «cristianismo puro» en su tierra natal.
Algunas estadísticas proponen que el número de cristianos en Afganistán es de aproximadamente 8000. ¿Podría darnos una breve historia de la iglesia?
Hubo un templo protestante que se construyó en Kabul en 1970 durante la época del sah, pero fue destruido cuando se derrocó a la monarquía en 1973.
Había un puñado de creyentes en la década de 1950, cuando los profesionales estadounidenses llegaron a Afganistán y abrieron un hospital oftalmológico y una escuela técnica. Más tarde, para 1990, llegaron misioneros que elaboraban tiendas y carpas a mano sirviendo también como profesores de inglés y trabajadores de ONG. En ese tiempo yo estaba en una comunidad de unos treinta o cuarenta creyentes afganos en Pakistán. La mayoría de ellos finalmente se
marcharon hacia Occidente.
Estos fueron probablemente los primeros afganos en conocer a Cristo en la era moderna, pero solo Dios sabe.