Su enérgica forma de reprimir, que supone limitaciones a las libertades civiles, ha recibido una amplia admiración por parte de la población.
Hartos de políticos que prometen sin cumplir y que desvían recursos del país, incluso la gente de países vecinos anhela contar con un líder como él.
Incluso, los usuarios en redes sociales ofrecen cualquier cosa para que Bukele gobierne su nación. Incluso una encuesta realizada en Colombia reveló que el 55% de los participantes desea tener un presidente similar a Bukele.
“Lo mejor que nos pasó como nación fue deshacernos de esos violadores y asesinos y dejar que la gente buena prospere”, dijo Bukele en Twitter en octubre de 2023.
Han pasado más de 30 años desde que Centroamérica fue devastada por una guerra de guerrillas financiada por los comunistas, seguida de una época de paz marcada por la corrupción gubernamental y el tráfico de drogas.
El presidente Bukele representa un cambio claro en medio de esta corrupción arraigada, ya que ha tomado medidas enérgicas para combatirla y brindar alivio a las poblaciones afectadas por el crimen organizado y las pandillas.
Nacido en El Salvador en 1985, Bukele tiene raíces tanto palestinas como cristianas, lo que añade otra dimensión a su carisma y apoyo moral a diferentes comunidades.
“Personalmente, no soy una persona que crea mucho en la liturgia de las religiones. Sin embargo, creo en Dios, en Jesucristo. Creo en su palabra, creo en su palabra revelada en la Santa Biblia. Y sé que Dios no rechaza a nadie por su origen”, expresó en 2015 sobre su fe.
Bukele, quien abandonó sus estudios de derecho en la Universidad Centroamericana de San Salvador para iniciar su propia empresa familiar. Luego se convirtió en alcalde de Nuevo Cuscatlán, donde otorgó becas a estudiantes destacados y logró reducir las tasas de homicidio. En 2015, fue elegido alcalde de San Salvador y en 2019 se convirtió en presidente de El Salvador, siendo el más joven en lograrlo.
El líder político destacó por su gestión como alcalde y logró ascender en el ámbito político hasta llegar a la presidencia.
Con su «Plan de Control Territorial» antipandillas, Bukele logró reducir drásticamente los homicidios en El Salvador, pasando de 1.147 en 2021 a 496 en 2022.
Aunque ha sido criticado por los medios liberales por sus medidas consideradas violaciones de derechos humanos, Bukele ha sabido manejar las críticas y se denomina a sí mismo como «el presidente más cool del mundo».
Su popularidad en El Salvador es alta, con un índice de aprobación del 87%. La guerra de pandillas entre la MS-13 y la Calle 18 es un problema grave en el país, pero Bukele declaró el estado de emergencia y logró disminuir la violencia.
Además, ha lanzado proyectos como la construcción de una nueva prisión y la apertura de una Biblioteca Nacional, además ha promovido el turismo al traer eventos internacionales a su país como el certamen Miss Universo y los ISA World Surfing Games, siendo él mismo un surfista.
Pero asimismo ha tenido en cuenta que Dios merece el primer lugar en todo lo que haga, por eso la presencia del predicador argentino Dante Gebel marcó la diferencia entre tantas otras tomas de posesión de gobierno, haciendo que la palabra de Dios el norte para la toma de decisiones a favor de una nación.
“Es por eso que hoy no sólo oramos por el Salvador, sino por toda la región y reconocemos en la soberanía divina que Dios permitió a Nayib Bukele guiar a esta nación en esta hora trascendental de la historia”, dijo Gebel aquella vez.
Hoy por hoy, muchos gobiernos latinos desean implementar el modelo de gobierno de Bukele, quien se ha consolidado como un presidente innovador, de carácter firme, jovial, sencillo y comprometido a exaltar a Dios en todo lugar.