El pasado mes de mayo, se llevó a cabo un diálogo virtual denominado “La OEA, post pandemia y la resiliencia en las Américas”, en el que participó el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro y el pastor argentino Rubén Proietti, presidente de la Alianza Evangélica Latina (AEL).
La actividad fue realizada en el marco del acuerdo firmado en marzo entre ambas organizaciones y dio especial énfasis al rol de las iglesias en tiempos de pandemia y que Almagro habló acerca de la importancia de la resiliencia en los Estados de América. “Las personas resilientes salen positivamente de los traumas, sin negar la vulnerabilidad, el
sufrimiento y el vacío”, sostuvo.
Además aseguró que la “única manera de sobrellevar mejor la situación es a través de un trabajo en conjunto”. En ese sentido el Secretario General de la OEA valoró el trabajo realizado “desde las iglesias a favor de las personas en situación de vulnerabilidad” y animó a los líderes cristianos “a seguir por el mismo sendero”. Proietti, quien además es presidente de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA), indicó que, “consideramos importante, y pedimos la ayuda de la OEA, que la actividad en los templos sea considerada no solo
esencial, sino prioritariamente vital”.
El presidente de ACIERA aseguró que frente a los efectos que provoca esta pandemia, “las iglesias evangélicas también padecen dichos efectos”. Y enumeró algunos de los más destacados como “Cierre de templos por no poder afrontar los alquileres; El desempleo y el aumento de la pobreza; Fallecimientos de muchos pastores en donde las comunidades de fe deben seguir sin ellos; Los protocolos que restringen la libertad religiosa frente a otras actividades ante las cuales no
hay control.”
No obstante, “la iglesia evangélica avanza atendiendo esas problemáticas en lo mental, emocional y espiritual”, señaló Proietti. Y mencionó que se pusieron “Templos a disposición para atención de casos leves por Covid-19 (ejemplo: Argentina poniendo a disposición 1.298 camas); Hay Templos abiertos para la vacunación contra el Covid-19 (como en Costa Rica). La distribución de miles de viandas con bolsones de comida; Voluntarios a disposición como agentes de salud y sociales; Contención a familiares y enfermos graves por Covid-19”. Éstos últimos en la mayoría de los países latinoamericanos.