Lo que comenzó como una sencilla reunión de oración entre jugadores del Crystal Palace a inicios de la
temporada, terminó en una hazaña histórica: la victoria sobre el Manchester City en la final de la FA Cup,
disputada el pasado sábado 17 de mayo en el estadio de Wembley.
Las “Águilas”, como se conoce al club desde 1973, levantaron su primer gran trofeo desde su fundación, y lo hicieron no solo con garra y fútbol, sino con una profunda expresión de fe.
Desde septiembre, varios jugadores del equipo comenzaron a reunirse para orar antes de los partidos, liderados por el defensor francés Maxence Lacroix, autodenominado “el pastor del equipo”.
Con un gol de Eberechi Eze, quien tras marcar hizo el gesto de la cruz y dijo: “Solo Dios”. En declaraciones posteriores, reiteró: “Gracias a Dios. Solo Él pudo hacer esto”.
El capitán Joel Ward, que se despide del club tras 13 años, celebró con una pulsera que mostraba Efesios 3:20. “Mi fe es la piedra angular que me sostiene”, dijo en una entrevista reciente.
La FA Cup, el torneo más antiguo del mundo fundado en 1871, garantiza al campeón un lugar en la UEFA Europa League y la disputa de la Community Shield.
Jugadores como Marc Guéhi, Tyrick Mitchell y Eddie Nketiah también expresaron públicamente su fe cristiana, destacando cómo ha influido en sus carreras y decisiones.
En medio de la emoción, Lacroix compartió en redes: “¡Oh Señor, escribiste la historia de esta gran familia!”.
El Crystal Palace no solo hizo historia en el campo, sino que dejó un mensaje de unidad, perseverancia y fe que inspiró a muchos más allá del fútbol.
REDACCIÓN REVISTA EL ORADOR
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