Durante un evento de dos días en Nicaragua el pasado mes de agosto, más de 2.600 personas decidieron seguir a Jesús.
El «Festival Familiar», organizado por la Asociación Evangelística Billy Graham junto con iglesias locales, atrajo a una audiencia de más de 24.000 personas en Campo Elías Alonzo, en la ciudad de Matagalpa, quienes acudieron a escuchar el mensaje del evangelista David Ruíz sobre el sacrificio de Cristo.
“Jesús dice: ‘El que cree en mí, aunque muera, vivirá’ Acepta hoy el perdón que Jesús te ofrece”, dijo Ruiz, citando Juan 11:25.
Al criarse en una nación de fe católica, Anielka únicamente se familiarizó con el Jesús retratado en los crucifijos, aunque nunca comprendió la importancia de la cruz hasta que recibió información acerca del plan de redención en la cruzada.
«Decidí seguir a Cristo. Sentí una alegría nueva que no había sentido antes. Ahora tengo la esperanza de tener la eternidad con Dios», compartió al final del evento.
Incluso hay quienes participaron en el evento teniendo cierto sentimiento reacio en su corazón de ir, el joven Abraham fue uno de ellos y manifestó que igualmente asistió porque en su corazón “sabía que tenía que ir”.
Este mismo hombre fue tocado por el Espíritu Santo cuando escucho la palabra de esa noche, la cual hablaba la importancia de aceptar a Cristo como Salvador para vivir una vida libre de condenación y culpa.
«Sabemos que todos vamos a morir. ¿Estás listo para morir? ¿Sabes si tus pecados son perdonados? Ven a Jesús esta noche», compartió el evangelista en el mensaje.
Posteriormente, Abraham accedió a la petición y se comprometió a seguir a Cristo. Con sinceridad, admitió que en aquel momento no se encontraba preparado cuando se le cuestionó sobre su disposición para enfrentar la muerte, lo cual provocó lágrimas que recorrían su rostro.
«Hice cosas que no debía haber hecho. Tuve pensamientos que no debía haber hecho. Por eso hoy le pedí al Señor que me perdone, porque quiero estar con Él. No quiero ir a infierno. Quiero entregar mi alma a Dios”, expresó.
“Sentí que Dios me hablaba, pero no quería escucharlo. Me alegro de haber venido. Entendí que Cristo pagó por mis pecados. Ahora me siento aliviado», agregó.
Roberto Rojas, un pastor nicaragüense con cuatro décadas de experiencia, se mostró emocionado por la unión de las iglesias locales en la cruzada evangelística y expresó que los creyentes de la zona llevaban años rogando por un avivamiento.
“Es un gozo ver cómo Dios se mueve detrás de estos eventos evangelísticos. Esto revela que lo que comenzó hace años bajo el liderazgo de Billy Graham no se detendrá, porque viene de Dios. Y lo que es de Dios no para”, compartió Rojas sobre el momento.